Por Rodrigo González
Extrañamente a pesar del tema que me inspira a escribirles en esta oportunidad, es una necesidad comenzar mis palabras a partir de algunos días pasados.
Extrañamente a pesar del tema que me inspira a escribirles en esta oportunidad, es una necesidad comenzar mis palabras a partir de algunos días pasados.
Recuerdo claramente el día en que GIEI comenzó. Nos sentamos en una mesa con nuestras queridísimas jefas (espero me permitan la licencia) y los chilenos miembros de GIEI. Las ideas volaban en el aire y comenzamos simplemente a soñar. Instauramos mediante votación los futuros delegados donde fueron elegidos Manuel Escobar (gran valor, ningún agradecimiento es suficiente para todas las energías y dedicación que has impreso en nuestras labores) y su humilde servidor Rodrigo González (gracias por sus votos y por su confianza, espero nunca defraudarlos) y Meredith Denton quedó como presidenta de GIEI (gracias por toda la alegría, buenas ideas y sentido de compañerismo, eres una gran persona). Con el apoyo y trabajo de la Oficina Internacional de la Universidad de Viña del Mar hemos concretado la mayoría de las ideas y proyectos que hemos tenido.
Ahora, mirando hacia el futuro, pienso que los días que vendrán serán soleados y maravillosos, o también pueden ser fríos y grises. ¿De qué depende? Básicamente depende de las energías y las ganas que tengamos en sacar nuestros nuevos proyectos. Si perdemos, perdemos todos, si ganamos, ganamos todos; por lo cual depende de todos el seguir construyendo en los días que vendrán las bases que ya comenzamos a levantar, y cosechar en el futuro todo aquello bueno y hermoso que tenemos planeado.
En todo caso tengo confianza. Los días que vendrán serán soleados, con una brisa tranquilizadora, llena de sonrisas y nuevas ideas. La verdad es que lo único que debemos hacer es mantener todo aquello que hemos construido tan bien: Confianza, amistad y compañerismo.
No comments:
Post a Comment